4 de agosto 2022. De Trondheim a Trollstinger

 En Trondheim dormimos en un parking de una zona del extrarradio junto a otras caravanas (ya sabemos... lo que sale en park4ninght suele estar concurrido). 

Por la mañana vimos que parecía una zona universitaria con señoriales edificios y muchos jardines. De hecho se me conectó sola la red wifi Eduoram de la Universidad. 

A primera hora nos dimos un breve paseo por la ciudad, no teníamos mucho tiempo, así que lo hicimos con la camper. Nos pareció alucinante encontrar sitio para aparcar en la misma puerta de la catedral o por el centro de la ciudad..

La ciudad se ve tranquila y relajada, como todo Noruega, Pocos coches, muchas bicis y patinetes y muchas zonas ajardinadas. 

Hoy teníamos unos cuantos kilómetros por delante si queríamos llegar a Trollstinger, así que cogimos marcha, aunque antes paramos en un bosque para hacer un pequeño trecking con Hiru. Para estas paradas solemos buscar caminos forestales por los que se ve que entran para acceder a la tala de pinos y abetos. Siempre nos llevamos gratas sorpresas en ese tipo de caminos. 

Comimos una menestra en una de esas paradas "con vistas" y con mesas de madera que tanto abundan en Noruega y nos fuimos camino hacia la Atlantic Ocean Road, una de las carreteras panorámicas más visitadas de Noruega.

Uno de los muchos atractivos de Noruega son sus carreteras panorámicas, que recorregen paisajes de ensueño. Los Noruegos sabiendo reconocer este atractivo, nominaron 18 carreteras panorámicas y las cuidan y promocionan. 

Una de las más conocidas es la Atlantic Ocean Road y es que es una mezcla de increíble obra de ingeniería, arte y belleza paisajística. Las obras de ingeniería noruegas no han dejado de sorprendernos, con puentes increíbles, túneles larguísimos (hasta con rotondas interiores), túneles subterráneos... sin embargo, no tienen grandes autopistas y en sus carreteras no se puede ir generalmente  a más de 80km/h. Todo contribuye a su vida tranquila.

El día estaba lluvioso y no acompañaba mucho, aún así la lluvia nos respetó para hacer alguna de las muchas rutas que tienen preparadas para ver la carretera desde diferentes ángulos. 

El navegador hoy está un poco "cabroncete" y nos está haciendo dar unas cuantas vueltas... esto hace que nos retrasemos, así que decidimos parar a dormir antes de llegar a Trollstinger, que es otra de las carreteras panorámicas, para poder hacerla tranquilamente por la mañana. 

Como el día no había sido lo suficientemente largo, el navegador nos la volvió a jugar a última hora, pero esta vez se la perdonamos... 

En lugar de al valle de Trollstinger, nos llevó a otro valle paralelo, hacia Andalsnes, también surcado por un gran lago en su eje central. Según vamos llegando al lugar nuestra adrenalina va subiendo en intensidad.... el atardecer está espectacular, con nubes bajas que recorren las montañas a su antojo, dejando los picos al descubierto. De cada cumbre surgen multitud de cascadas que cubren las montañas de brillos que reflejan los últimos rayos. La luz es magnífica y el lugar, lleno de paz, nos deja extasiadas.

Paramos a dormir en un recóndito lugar al lado del lago. Es un pequeño spot, donde solo cabe una camper, pero hay dos barcas en la orilla y aperos de pescadores. El lugar tiene ese punto mágico que tanto nos gusta encontrar en los lugares de pernocta...