2 de Agosto de 2022. Último día en las Lofoten

 Tras una ventosa noche, la mañana amanece más tranquila, así que madrugamos para aprovechar el tiempo que no aprovechamos ayer. 

Visitamos Reiné, un bonito pueblo súper turístico, que nos gusta bastante menos que Nusfjord. Lo bonito que tiene esta zona de las islas Lofoten y que atrae a tantísimos turistas es que las bahías están rodeadas de elevadas montañas con paredes verticales que hacen los pueblitos muy acogedores. Pero es tanto el turismo masivo que visita estas zonas que todos las casas de todos estos pueblos se han convertido en albergues turísticos y ya nadie vive en ellos de manera permanente. Aun así, te puedes hacer una ligera idea de cómo se vivía anteriormente. 

Reiné tiene algo muy bueno y es un enorme parking donde se puede pernoctar y un lugar para vaciado de aguas grises y negras y llenado con agua potable gratuito que es muy de agradecer. 

De Reiné nos vamos a Sakrisoy que está un poco más al norte y en 5 min llegamos. Este  pueblo es diminuto y se recorre en menos de 10 minutos. Eso sí, tiene un importante comercio de venta de pescado y sus subproductos que se pone las botas y está permanentemente abarrotado. Nosotras también pecamos, como no podría ser de otra manera... 

El siguiente pueblo hacia el norte es Hamoy, que nos gusta todavía menos. Todas las casitas iguales parecen cabinas para cambiarse de ropa en la playa. No nos dice nada especial.  Tan poco nos gustó que no hicimos ni una foto...

El último pueblo que visitamos es Ä, el pueblo con el nombre más corto del mundo que es el más meridional de la isla. 

Este nos gusta más, sobre todo por los cientos de gaviotas que en él anidan. Las gaviotas están en plena época de cría y las hemos visto por toda la isla criando, pero lo de este pueblo es espectacular. Hay varias casas en las que en cada cornisa de ventana hay 3 gaviotas criando gigantescos pollos.... porque ellas son enormes y cabezonas, pero sus pollos a estas alturas son tan grandes como ellas!! 

Tras el último paseito por uno de los emblemáticos pueblos que conforman las islas Lofoten nos vamos a Moskenes a coger el ferry que nos llevará a Bodo, ya en tierra firme. 

Como ya no había sitio en los de la tarde, nos tocó coger el que partía a las 19.30h y que hace parada en la isla de Vaeroy, así que tarde 5.30h en llegar a Bodo y para colmo no dejan subir a los perros a bordo, así que la pobre Hiru se pasa todo el viaje encerrada en la furgoneta en la bodega del ferry... 

Llegamos a Bodo a las 12.45h, ya agotadas. Eso sí, tantas horas "inactivas" me han servido para poner al día el blog. 

Lo maravilloso de estas latitudes es que llegamos al parking donde vamos a dormir a la una de la madrugada y está atardeciendo. Esto te permite estar tranquilo, saber dónde te ubicas e incluso pasear a la perra con tranquilidad por las zonas colindantes... Nos está encantando visitar el circulo polar ártico en esta época del año! Las siguientes fotos están hechas desde el lugar donde dormimos al llegar y por la mañana.