14 y 15 de agosto 2022: Normandía

Nos encanta haber tenido la oportunidad de visitar esta zona de Francia, aunque sea brevemente! Nos llevamos un grato recuerdo y ganas de volver.
En pocos kilómetros hay mucho para ver, pues se concentran pueblos con encanto, acantilados vertiginosos y mucha historia, así que bien se le pueden dedicar 8 o 10 días a visitar Normandía. Nosotras lo hemos recorrido en 1.5 días, así que tuvimos que seleccionar bien lo que queríamos ver. 
ACANTILADOS DE ENTRETAT: Comenzamos por aquí, saltándonos la ciudad de Rouen por falta de tiempo (para la próxima). Pero la naturaleza es nuestro fuerte y a estos acantilados les habíamos hecho ganas. No nos defraudaron.


Son unos preciosos acantilados de alabastro que han sido desgastados por la erosión del viento y el agua tomando formas armoniosas. 
Había muchísima gente, pero el lugar bien merece una visita, es una preciosidad.







En Etretat ya se nos hizo un poco tarde, pero nos fuimos a visitar Honfleur a 1.5h, antes de buscar sitio para dormir. Fue una pena porque no fue posible encontrar sitio para aparcar y tuvimos que conformarnos con ver la ciudad desde el coche... la verdad que pintaba muy bien... 


Encontramos un sitio para dormir tranquilo y agradable. Increíblemente, estábamos solas! Y es lo que tiene viajar a una zona de costa y buscar sitio para dormir en el interior.. 
El día siguiente lo dedicamos a la historia... tocaba entender y aprender acerca del Desembarco de Normandía!! 
En primer lugar visitamos el impactante cementerio americano en Colleville-sur-mer, donde hay más de 9000 hombres enterrados con sus más de 9000 cruces apuntando a América. Durante la 2º guerra mundial fueron enterrados en Sante Mere Eglisé más de 20.000 soldados americanos. Cuando terminó la guerra muchos fueron repatriados a EEUU, pero más de 9000 fueron trasladados a este trozo de tierra, encima de la emblemática playa de Omaha, que fue cedido por el Gobierno francés a los Estados Unidos de América. 
Hay un memorial (un poco cursi, a nuestro parecer) pero la historia está bien reflejada en gráficos y anotaciones. Pasear entre las tumbas es muy impactante... 




Luego, y para no hacer un feo a los alemanes, nos fuimos a visitar el cementerio alemán. Nos resultó muy curioso la ENORME diferencia de visitantes entre uno y otro. En el primero había miles de personas y en el segundo no había aparcamientos más que para 20 o 30 y estaban vacíos!!! 
Hombre, está bien que honremos a los héroes americanos, pero ¿Qué culpan tuvieron aquellos pobres muchachos alemanes, reclutados muchas veces a la fuerza, que perdieron su vida en esa horrible batalla??? 
Pues mira, a mí me gustó mucho más la estética alemana, aunque he de reconocer que impacta más el americano (ya sabemos que a ellos se les da bien esas cosas...)



Después de visitar los cementerios nos fuimos a Point du Hoc, donde se libró la batalla entre los alemanes y uno de los batallones más preparados de rangers americanos. Este punto era estratégico para acabar con las mortíferas ametralladoras alemanas y sus cañones pero estaba protegido por acantilados de 30 metros difíciles de escalar. Por ello enviaron ahí a los cuerpos de élite. De los 225 rangers que intentaron asaltar los acantilados, únicamente lo lograron 90, el resto murieron en el intento. Habían ideado un arpón para lanzar las cuerdas a la zona más alta de los acantilados y anclarlas ahí para subir, pero no calcularon que las cuerdas se mojarían durante el desembarco y pesarían el doble... Muchos de estos arpones fallaron y solo consiguieron anclar bien 3 cuerdas. 




La visita a Point du Hoc es necesaria para entender la dureza de la contienda. Multitud de socavones muestran los estragos de los bombardeos aliados a los puestos de defensa alemanes y la historia es contada de forma personificada en paneles y gráficos. 
Por último vistamos la playa de Utah. Los nombres de las playas son los nombres en clave que usaron los aliados para referirse a ellas y con esos nombres son conocidas hoy en día. Estas playas, que fueron enormes frentes de defensa alemanes, hoy en día son plácidos lugares de descanso para turistas y locales. Impresiona ver en imágenes lo que eran esas playas durante el desembarco... Los 300 metros que distaban a los soldados aliados desde la orilla a tierra firme eran una sangrienta carrera de obstáculos, con concertinas, alambre de espino, minas antipersona... y mientras trataban de sortearlos eran masacrados por las terribles ametralladoras alemanas... Es terrible imaginarte las escenas que tuvieron que vivir los pobres. 
Aunque toda la costa normanda está llena de museos, uno de los más recomendados es el de la playa de Utah, así que ahí nos encaminamos... Le dedicamos más de una hora, pero tranquilamente puedes echar la tarde. Es un museo muy completo, que conserva vestimenta, armamento, barcas, tanques y hasta aviones del desembarco. Merece mucho la pena la visita. 




 Tanque anfibio que crearon los aliados para la contienda. Era capaz de navegar como una lancha y de correr en tierra firme con sus ruedas. Les funcionó a medias... 


Botas alemanas para soportar el frío invernal. Estaban hechas de pelo de los judíos muertos en los campos de concentración. 

Cuando salimos de este impactante museo nos esperaba una desagradable sorpresita... la batería de la furgo que llevaba dos días dando algún toque de aviso, hizo pum...  Tras preguntar al menos a 15 coches y camper si llevaban pinzas, tuvimos que llamar a la grúa del seguro. En la espera se nos hizo tarde y tuvimos que ir a dormir a Sainte Mare Eglisé, concretamente al parking del super U, para poder acercarnos la mañana siguiente al taller a cambiar la batería... 
Bueno, al menos esta era la última visita programada, así que la pudimos hacer! Este pueblo es famoso gracias a un paracaidista... curioso el destino en ocasiones. 
La primera oleada de ataque de los aliados fue una horda de paracaidista que fueron liberados detrás de la línea defensiva alemana con el fin de cortar la entrada de refuerzos y atacar la línea defensiva desde atrás. Uno de estos paracaidistas quedó colgado del campanario de la iglesia de Sainte Mare Eglisé y sobrevivió gracias a hacerse el muerto... Este hombre hizo famoso y trajo gran riqueza a este pueblo y por ello fue honrado año tras año hasta su muerte 30 años más tarde. 
En el campanario se puede ver el paracaídas y un muñeco que simula su figura.



Tras arreglar la batería cogimos carretera  y manta pues ya se nos estaba haciendo tarde. 
Esa noche dormiríamos en las Landas, pues para despedida queríamos ver La Duna du Pilat, la más grande de Europa!

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