1 de Agosto de 2022. Islas Lofoten

 La mañana nos la tomamos con calma y partimos tarde hacia nuestro primer destino: FLAKSTAD, donde se encuentra una de las iglesias de madera más bellas de la isla. La población, además, tiene una preciosa playa donde acampan cientos de camperistas! La iglesia bien merece una visita porque, aunque no se puede visitar por dentro, por fuera es una preciosidad y está muy bien cuidada.

De Flakstad nos vamos a ver el pueblo turístico de NUSFJORD. Empieza a llover y para ver el pueblo hay que pagar. Mira que nos suelen gustar poco estas cosas, pero mira, este pueblo nos sorprende y mucho! Creo que es el que más nos ha gustado de toda la isla. Está localizado en un fiordo estrecho y angosto rodeado de altas montañas. El pueblo se encarama al pequeño saliente que ofrece la cordillera. Sea por lo bien cuidado que está, sea por lo tranquilo que estaba debido al mal tiempo, pero el caso es que nos encantó. 

Las vistas que hay desde él son espectaculares y las casitas de los pescadores, todas tan iguales, tan bien cuidadas y tan rojitas, le dan un aspecto de cuento. Aunque pronto descubrimos que de cuento nada! En una de las construcciones proyectan un documental de la vida en la zona antaño y de cómo pescaban el bacalao y el salmón en pequeñas barcas, cómo lo ponían a secar luego en esos grandes tendederos que aparecen por doquier en toda la isla y que siguen en uso cuando llega el invierno. Los bacalaos los limpian, les quitan la cabeza y  los unen por la cola para colgarlos en palos altos en la zona más ventilada de los pueblos. 

Ahora están todos los secaderos sin pescado, pero las imágenes que vemos en el documental nos dejan impactadas. En este pequeño pueblo pescaban bacalaos por miles!! 

Para colmo y como culmen de la visita a este pueblo que nos enamora, nos metemos en el café para calentarnos un poco el cuerpo y nos pedimos un Wofler, el típico gofre blando noruego que sirven con salsa de queso y mermelada de fresa.... MADRE MÍA! que cosa más rica XD!!! 

De Nusfjord nos toca ir a ver la playa de KVALVIKA para cuyo acceso hay que hacer un pequeño treking de 1h. Lamentablemente, cada vez las nubes se hacen más espesas y a pesar de que nosotras nos empeñamos en avanzar, nos vestimos de marineras con ropa impermeable y emprendemos marcha, pronto tenemos que retroceder pues la lluvia es torrencial, con viento y truenos y no es plan hacer un treking en estas condiciones. Eso sí, unos pocos metros son suficientes para llegar con toda la ropa empapada a la camper, menos mal que nos hemos comprado un maravilloso gorro de pescador Noruego que es perfecto para esta intensa lluvia! 

 

Así que nos tenemos que ir sin ver la paradisíaca playa de Kavilka.... no nos quedará más remedio que volver algún día a verla!! 

Como la tormenta no amaina, decidimos darnos una vuelta en coche por los tres pueblos que visitaremos mañana con calma: HAMOY, SAKRISOY Y REINÉ y para culminar la noche y en vistas de que poco más podemos hacer, decidimos darnos un homenaje en un buen restaurante de Moskenes... Maren Anna. 

Nos tomamos un menú degustación de productos del mar de quitarse el sombrero. Probamos por primera vez al carne de ballena en tataki y es muy curiosa porque recuerda a la carne de ternera pero con un ligero gusto a pescado... muy rica.

 Gemma, sin saberlo, se aventura a probar el cangrejo y le encanta! Para colmo te deleitan con dos postres, uno de queso y otro dulce que no están mal, aunque los platos de pescado los superan con creces. 

De modo que bien alimentadas nos vamos a buscar un sitio donde dormir. La noche está fea, muy fea... hace viento huracanado y lluvia, así que nos colocamos en un parking de Reine, muy cerquita de otras caravanas para que nos corten el aire y esta noche no subiremos el doble techo, que igual nos volamos!!