28 de Julio de 2022. Senja island

 Nos despertamos felices ya por fin en Noruega!! 

El sitio donde hemos dormido tiene una atmósfera muy especial, parece que estemos en el fin del mundo! Los pocos árboles que hay aparecen medio muertos, con un único penacho verde en la punta. Es fácil imaginárselo lleno de nieve en invierno, pero claro, la nieve se transforma en agua en estas fechas y a parte de haber enormes lagos y ríos por doquier, el lugar es realmente pantanoso y es imposible encontrar un lugar dónde pasear pues nos rodea agua por todas partes.








 
Así que tras breve paseo decidimos tomar ruta ya hacia la isla de Senja, que aún nos restan 2.5h de viaje. El paisaje continúa siendo lunático durante algún tiempo hasta que, según nos vamos acercando a la costa, el clima parece más benigno y comienzan a aparecer de nuevo los bosques de coníferas. 

Paramos a comprar en un Spar antes de entrar a Senja y llenamos a tope el depósito por si acaso... no queremos hacer todavía cuentas, pero el gasto de gasoil está siendo brutal! A cambio, y por suerte, no gastamos prácticamente nada en comida ni, por supuesto, en alojamientos. 

Un gran puente cruza a Senja desde Finnsnes, en tierra firme.



La isla de Senja con recibe lloviznando. ¿qué podemos esperar en estas latitudes planetarias??? Decidimos ir en primer lugar a Husoy, que es la población que tenemos marcada para visitar que se encuentra más al norte de la isla. La orografía del terreno es realmente asombrosa, nos enfrentamos por primera vez a la belleza de los fiordos y la verdad, nos deja impactadas.



Esa forma de manopla que tiene se debe a las lenguas de agua de mar que penetran lo que antiguamente ocupaban las lenguas de hielo de los glaciares. Esto ofrece un paisaje único. Curiosamente, la corriente de agua en los fiordos va de fuera a dentro y a veces con gran velocidad!! Parece ser que los fiordos pueden llegar a ser realmente profundos en la parte más interior (hasta 1500 metros de profundidad alguno de ellos), pero las rocas y restos de tierra que arrastró el hielo en su origen, quedó amontonado en la salida del fiordo, disminuyendo ahí considerablemente su profundidad. Esto hace que se generen corrientes hacia dentro que pueden llegar a tener mucha fuerza. 

Husoy es una población pesquera que se encuentra en una pequeña isla unida con un puente a tierra firme. Es bonita, pero sea por el tiempo lluvioso que nos recibe, sea por lo cansadas que llegamos después de tantos días de conducción, no nos parece espectacular. 

Comemos en  un pequeño refugio-barbacoa a la orilla del mar antes de darnos un tranquilo paseo por la población.




La isla de Husoy está muy poblada por cuidadas casas, pero el extremo que da a la salida al mar, es una zona de roca con un bonito faro/mirador.









De  Husoy nos vamos a nuestro siguiente destino: Mefjordvaer, sin darnos cuenta que nos dejamos por el camino otra de las visitas programadas donde pensábamos hacer un trecking al monte Segla. 
Para llegar de una población a otra necesitamos otras 2 h de viaje y es que hay que volver hacia el interior para coger otra carretera hacia el siguiente dedo de tierra, es lo que tiene tener una orografía tan accidentada!
La ruta la tenía programada en base a un blog y no comprobé que el orden era el correcto, por eso nos saltamos uno de los destinos y siendo que son dos horas volver atrás, decidimos desecharlo y seguir para delante. 
A cambio buscamos otro trecking para hacer por la zona y nos subimos a un monte de nombre impronunciable cerca de la población. La subida tiene un buen desnivel, pero se hace en tan solo media hora y las vistas merecen mucho la pena.





Disfrutamos de una tarde de sol maravillosa, así que aprovechamos para secar la lona de la furgo y preparar puchero de lentejas para unos días. 



Para dormir rondamos la playa de Ersfjord, uno de los lugares más turísticos y emblemáticos de la isla de Senja. Esto nos lo confirma la enorme cantidad de gente que acampa en este playa!!
Es un lugar paradisíaco donde los haya. Entrante de mar cerrado que culmina en una preciosa playa rodeada de altos montes. Además, anochece justo enfrente y la gente lo disfruta.
Este primer día de sol radiante nos sirve para darnos cuenta de que el movimiento del sol en el esta parte del planeta no es perpendicular a la tierra, sino oblicuo!! Viendo el hueco que dejan loas montañas en la playa, el sol comienza a caer en un extremo y acaba en el contrario. Unas horas más tarde, ascenderá de nuevo unos metros más hacia el interior.
Es un fenómeno extrañísimo que nos tiene un buen rato divagando y disfrutando de su belleza. Ya hemos descubierto que hay luz las 24h del día, aunque el sol sí que se esconda, pero alrededor de las 11.30 de la noche. El amanecer todavía no tenemos pillado cuando ocurre, pero a las 6 el sol ya está arriba. 
Finalmente dormimos en una zona más tranquila, cerquita de la concurrida playa. 

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